El verano ha llegado y con él la preocupación de muchos padres respecto a cómo evitar que la piel de sus hijos sufra los efectos nocivos de la radiación solar, sobre todo al frecuentar playas y piscinas en esta estación. La Dra. Luciana Ganoza, dermatóloga pediatra de nuestra clínica, nos da respuesta a 7 interrogantes comunes acerca del cuidado de la piel de los engreídos de casa.

¿Qué tipo de protector solar debe usar un niño y en qué presentación?

A partir de los 6 meses de edad, se pueden utilizar bloqueadores para niños con factor de protección solar (SPF) entre 30 y 50 de amplio espectro (contra radiación UVB y UVA) y resistente al agua. Elija un protector en crema ya que por su consistencia tiene mejor cobertura y repele el agua. Aplique generosamente el producto 30 minutos antes de salir de casa y vuelva a repetir la aplicación cada 2 o 3 horas.

¿Qué prendas debe usar mi pequeño cuando vaya a la playa o piscina?

Debe utilizar ropa ligera de mangas largas y pantalón, teniendo en cuenta que mientras más oscura es la prenda protegerá mejor. Se debería optar por los trajes de baño con mangas largas y con factor de protección ultravioleta (UPF).

¿Deben usar sombreros o gorros?

Se recomienda que los niños usen sombreros de ala ancha para proteger del sol la parte posterior del cuello y las orejas. Asimismo, los gorros tipo legionario, safari o chavito son una buena opción al tener una tela que recubre cuello y orejas.

¿Qué tipo de repelente debe usar y cómo aplicarlo correctamente?

Son efectivos aquellos que contienen Dietil toluamida (DEET) en concentraciones inferiores al 30%, los cuales pueden usarse a partir de los 2 meses de edad. El repelente debe aplicarse siempre después del protector solar y volverse a colocar solo en casos necesarios cada 4 a 8 horas, dependiendo de la concentración de DEET del repelente.

¿Hay que bañarlos varias veces al día cuando hace calor o con una sola vez basta?

El baño de los niños puede ser diario, pero en caso de actividades físicas que causen sudoración excesiva, suciedad o temperaturas muy elevadas, podría aumentarse la frecuencia a 2 veces al día.

¿Cómo evitar escaldaduras por pañal?

Mantén la limpieza de la zona del pañal usando algodón con agua, realiza cambios frecuentes de pañal e intenta dejar el pañal abierto para ventilar la zona por unos minutos varias veces al día. Usa pañales desechables y cremas de barrera como pomadas o pastas con óxido de zinc o vaselina en cada cambio de pañal. Evitar aplicar chuño, talcos u otras sustancias no indicadas por tu médico.

Dra. Luciana Ganoza
Dermatóloga pediátra de la Clínica Ricardo Palma