El asma es una de las principales enfermedades no transmisibles, que afecta a niños y adultos, viéndose perjudicadas más de 260 millones de personas en los últimos años, según la Organización Mundial de la Salud. Las vías que conducen el aire a los pulmones, los bronquios, se estrechan debido a la inflamación y la compresión de los músculos que los rodean, causando los síntomas característicos de este mal. En esta oportunidad, la Dra. Fátima Ortega, neumóloga de la Clínica Ricardo Palma, nos brinda mayor información sobre el tema.

Síntomas

Los síntomas del asma pueden variar de persona a persona. Entre estos se pueden presentar:

• Tos persistente, principalmente en la noche o al principio del día
• Sibilancias o ronquidos en el pecho
• Dificultad respiratoria
• Opresión torácica.

Estos síntomas son intermitentes, y suelen agravarse durante la noche o al hacer ejercicio

Causas y factores de riesgo

Se han vinculado múltiples causas del asma, entre ellas factores hereditarios, ambientales y ocupacionales.

• Factores hereditarios: Si un familiar directo tiene asma, se tiene más probabilidades de presentarla. La “atopia”, tendencia genética de presentar una enfermedad alérgica, puede tener un papel significativo en la aparición del asma alérgica.
• Factores ambientales: Estar expuesto a elementos en el ambiente, como el moho, la humedad, ácaros del polvo y el humo de tabaco de segunda mano, se ha vinculado a la aparición del asma. La contaminación del aire y la infección viral de los pulmones también pueden causar asma.
• Factor ocupacional: El asma ocupacional se produce cuando alguien que nunca tuvo asma la presenta porque está expuesto en el trabajo a sustancias que pueden ser desencadenantes, como el moho, el aserrín o productos químicos, una y otra vez a niveles más bajos, o una sola vez a niveles más altos.

Tratamiento

El asma es una enfermedad que no se cura, se controla. Para establecer el tratamiento ideal de un paciente asmático, se debe realizar un interrogatorio, evaluación clínica y una espirometría (prueba de función pulmonar), la cual permitirá ver en qué estadio se encuentra la enfermedad. El pilar fundamental del tratamiento del paciente asmático son los inhaladores, que van a permitir desinflamar los bronquios, evitar la estrechez de la vía aérea, controlar los síntomas y evitar las crisis.

Dra. Fátima Ortega
Neumóloga de la Clínica Ricardo Palma