La viruela símica, más conocida como la viruela del mono, es una zoonosis vírica, esto quiere decir que es provocada por un virus que se transmite a las personas a través de animales salvajes, como roedores o primates. Sin embargo, tiene una propagación secundaria limitada a través de la transmisión de persona a persona, menciona la Organización Mundial de la Salud. En esta oportunidad, el Dr. Julio Cachay, médico internista e infectólogo de la Clínica Ricardo Palma, nos brinda mayor información.

Forma de contagio

Existen dos formas de contagio: de animales a personas o de persona a persona.

Como se mencionó anteriormente, los principales animales portadores del virus son los primates y roedores. Para evitar el contagio, se debe usar protección al estar en contacto directo con animales salvajes, ya sea porque se encuentren enfermos o estén muertos.

Por otro lado, cuando el contagio es de persona a persona, estas son altamente contagiosas cuando los síntomas están presentes durante las cuatro primeras semanas. Una persona puede contagiar a otra por medio del contacto físico o con objetos contaminados, ya sea ropa, utensilios, entre otros.

Síntomas

Los síntomas de esta enfermedad van apareciendo según va avanzando. En primer lugar se presenta:

• Fiebre
• Dolor muscular u osteomuscular
• Gripe
• Malestar general
• Linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos)

Luego del tiempo de fiebre, aparece la erupción, caracterizada por la presencia de lesiones vesiculares que generalmente aparecen en la cara, brazos y piernas. Tienen una duración de 7 a 10 días de eruptivas y luego 7 días de seca.

Diagnóstico

En primer lugar, el especialista descartará la posibilidad de otras enfermedades parecidas como sarampión, varicela, alergias, sífilis, entre otras de características similares. Posterior a ello, realizará las pruebas necesarias de laboratorio y junto con la información brindada por el paciente se dará un diagnóstico oportuno.

Tratamiento

En estos casos es recomendable que la persona afectada se mantenga bien hidratada, en reposo y en aislamiento, evitando así la propagación del virus.

Dr. Julio Cachay
Médico internista e infectólogo de la Clínica Ricardo Palma