“La dermatitis seborreica del lactante o infantil es una enfermedad inflamatoria de la piel, caracterizada por lesiones en placas rojizas cubiertas con escamas de aspecto grasoso blancas o amarillentas. Suele aparecer en los primeros 3 meses de vida y llega a manifestarse hasta en un 70% de los lactantes, lo que explica que sea un motivo de consulta muy frecuente”, refiere la Dra. Patricia Giglio, dermatóloga de nuestra clínica

¿Qué zonas puede afectar?

Áreas que son ricas en glándulas sebáceas como el cuero cabelludo, cara, orejas, cejas, pecho y flexuras (pliegue nasolabial, retroauricular, axilar, inguinal, etc.)

¿Cuáles son los signos de la dermatitis seborreica?

Normalmente no presenta síntomas como supuración, dolor o prurito. Por lo general, en los bebés se manifiesta con escamas blanquecinas o amarillentas de aspecto grasoso sobre el cuero cabelludo (llamado “costra láctea”). Posteriormente, puede presentarse en la zona del pañal, observándose a modo de placas rojizas que pueden ser confluentes, comprometiendo los pliegues y con menor descamación. También puede afectar otros pliegues del cuerpo

¿Cómo tratarla?

Los expertos generalmente recomiendan:

• Aseo diario con champú neutro, el cepillado suave por su efecto mecánico, y la lubricación de la piel y cuero cabelludo con emolientes tópicos (aceites minerales, vaselina) para ablandar y facilitar la remoción de las escamas, sobre todo en la costra láctea que suele ser más gruesa que el resto de lesiones
• En los lactantes pueden emplearse, además, sustancias queratolíticassuaves que reducen el espesor del estrato superficial de la piel y aumentan la eliminación de escamas, como el ácido láctico o la urea

¿Qué cuidados deben tener los padres durante el tratamiento de la dermatitis seborreica?

Dado que esta condición tiene un curso autolimitado, el manejo recomendado es conservador. La primera medida debería ser siempre el educar a los padres o cuidadores sobre las características benignas de esta afección, principalmente estética, en el contexto de un lactante sano. Su pronóstico es excelente ya que suele desaparecer en semanas o meses

Dra. Patricia Giglio
Dermatóloga de la Clínica Ricardo Palma