“Es clave que los padres inculquen buenas costumbres a sus hijos, las cuales les permitan tener el tiempo necesario para poder sentarse a la mesa, comer tranquilos, masticar, digerir y disfrutar también de este momento, pues es una excelente oportunidad para fortalecer el vínculo entre padres e hijos», sostiene la Lic. Karen Velásquez, nutricionista de nuestra clínica, quien nos explica por qué el desayuno tiene un papel importante en el desarrollo de los engreídos de casa.

¿Por qué es tan importante que los niños inicien el día con un desayuno saludable? 

• El desayuno aporta, en promedio, entre el 20 y 25% del requerimiento nutricional del día.
• Los niños no deben obviar el desayuno, pues éste les provee la energía necesaria para que puedan tener un mejor rendimiento académico, mejorar la memoria y la capacidad de concentración.
• Les ayuda a evitar la obesidad y sobrepeso, ya que un desayuno saludable y balanceado es clave para controlar el apetito, reduciendo el riesgo de comer en exceso durante el día.
• Un desayuno nutritivo y de calidad evita que los niños experimenten cansancio, somnolencia, y que esto repercuta negativamente en su estado de ánimo.
• La lonchera es parte importante para complementar el requerimiento nutricional, sin embargo, no puede reemplazar al desayuno, pues el aporte nutricional del refrigerio es tan solo de un 10% a 15%.

¿Qué debe contener un desayuno nutritivo?

Teniendo en cuenta la hora del desayuno, este debe ser de fácil digestión, ya que el tiempo es bastante corto. Un desayuno nutritivo debe contener: lácteos (leche, yogurt y queso), carbohidratos (cereales, como la avena o quinua, pan o tubérculos), proteínas (huevo, pollo, pescado u otros alimentos de origen animal) y frutas (papaya, piña, plátano, mandarina, etc.).

Nuestra especialista nos brinda algunas opciones de desayunos saludables para niños

• 1 taza de leche fresca + 2 tajadas de pan de molde con atún y rodajas de palta + 1 vaso de jugo de papaya.
• 1 vaso de yogurt descremado + 1/2 tazón de avena cocida con frutas frescas + 5 huevos de codorniz.
• 1 vaso de jugo de naranja + choclo desgranado y queso fresco.
• Panqueques de avena con yogurt griego y frutas de estación.
• 1 taza de leche fresca + pan ciabatta con tortilla de verduras + 1 mandarina.
• 1 vaso de yogurt descremado + camote sancochado + pejerrey arrebozado + 1 porción de arándanos.
• 1 taza de quinua con leche + huevo revuelto con tostadas y piña picada.

Recuerda:

Llevar a tus hijos a un control nutricional de modo regular para asegurarte que la relación peso – talla y su alimentación sean las adecuadas.

Lic. Karen Velásquez
Nutricionista de la Clínica Ricardo Palma