En estos tiempos de redes sociales, juegos de video y realidad virtual, juguetes clásicos como las muñecas, las figuras de acción, las bicicletas o los juegos de mesa se hacen muy necesarios: alimentan la imaginación y fomentan la interacción real, la destreza manual y el contacto emocional con otras personas

Para ponerse a tono con los chicos de hoy y captar su atención, los juguetes que conocimos de pequeños se han renovado hasta recuperar el brillo de nuestra infancia

Figuras para soñar

Un clásico que ha acompañado a seis generaciones de niñas es la muñeca Barbie. A lo largo de los años ha ido cambiando para adaptarse a los nuevos paradigmas sociales. En un principio representaba un modelo de mujer que se enfocaba solamente en las tareas domésticas y la moda; ahora, en cambio, bajo el lema “tú puedes ser lo que quieras ser”, la Barbie es una inspiración para que las niñas se animen a perseguir sus sueños

Jugar todos juntos

Los juegos de mesa merecen una mención aparte. Además de ser una excelente excusa para reunir a la familia y a los amigos, tienen la ventaja de que sus precios son asequibles, duran varios años y pueden ser utilizados una y otra vez

Dependiendo del juego, tienen la capacidad de mejorar nuestro vocabulario, ejercitar nuestra memoria e incentivar la creatividad y el pensamiento estratégico

Antonella Galli, psicóloga de la Clínica Ricardo Palma, afirma que los juegos de mesa son buenos para fomentar el desafío mental, la solución de problemas y la tolerancia a la frustración, al tiempo que crean un espacio ideal para compartir en familia. La especialista especifica que “tienen que ser desafiantes, pero también gratificantes, para que los niños se sientan contentos de recibirlos. Por eso es importante conocer sus gustos. Algunos adolecentes preferirán los juegos de rol, como ‘Calabozos y Dragones’, y otros los de estrategia, como el ajedrez o las damas chinas”

Lcda. Antonella Galli
Psicóloga de la Clínica Ricardo Palma