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09 de julio del 2024
“Mamá, mamá, vino un ovni y rompió el florero”. Existen muchas razones por las que un niño empieza a mentir: miedo al castigo porque hizo algo incorrecto, deseos de quedar bien ante las figuras de autoridad, para no sentirse menos que otros pequeños (porque no tienen los que otros sí) o simplemente exageran ante los demás para ser admirados. La Dra. Carmen Bravo de Rueda, psicóloga de nuestra clínica, nos brinda valiosas recomendaciones para saber afrontar estas situaciones con los pequeños de casa.
¿Es normal que mi pequeño mienta?
Los niños menores de 7 años a veces pueden confundir la realidad con la fantasía. Sin embargo, cuando son más grandes y pueden diferenciar la verdad de la ficción, es importante corregirlos y hablarles sobre la importancia y los beneficios de decir siempre la verdad y actuar con honestidad, así como las consecuencias de mentir.
La importancia de educar con el ejemplo
Los padres deben enseñar con el ejemplo y no mentir o decir “medias verdades”, mucho menos delante de sus hijos porque solo los confundirán. Deben ser un buen modelo a seguir. “Los niños observan las conductas de sus padres y aprenden de ellas. No deben olvidarlo”, enfatiza nuestra especialista.
¿Qué se debe hacer si el niño miente por miedo al castigo?
Sé paciente y educa sin gritos
Si notas que tu hijo miente, no lo maltrates ni amenaces. Esto lo asustará, pero no lo corregirá. Es importante que le enseñes por qué no debe mentir. Para los más pequeños hay cuentos como el de Pinocho, que le mostrará que las mentiras tienen consecuencias, y otros como Pedro El Honrado, donde se premia y valora la verdad.
¿Cómo se debe abordar una mentira dependiendo de la edad del niño?
Toma en cuenta que no es lo mismo una mentira de un niño pequeño, que puede estar mezclando su fantasía con la realidad, que la de un niño con uso de razón que miente para obtener un beneficio. Al primero se le puede decir: “seguro te gustaría que eso sucediera y para lograrlo debes hacer esto o lo otro”. Al segundo, se le debe hablar con calma, pero con firmeza, y subrayar que su conducta no es correcta. Además, se le debe dejar claro que si vuelve a mentir deberá afrontar las consecuencias de su comportamiento.
Dra. Carmen Bravo de Rueda
Psicóloga de la Clínica Ricardo Palma