El primer domingo de febrero de cada año, se celebra en el Perú el Día del Lunar, con la finalidad de concientizar a la población sobre la prevención y detección temprana de lesiones cutáneas que pueden llegar a afectar la salud de las personas, las cuales se encuentran aún más propensas en esta temporada de verano por efecto de la radiación solar. En esta oportunidad, el Dr. Carlos Sordo, dermatólogo de la Clínica Ricardo Palma, aclara algunas dudas recurrentes sobre los lunares.

¿Qué sucede cuando aparece un lunar en la palma de la mano o en la planta del pie?

Los lunares localizados en las palmas o plantas generalmente corresponden al tipo de lunar denominado Nevus juntural o de la unión. Éstos tienden a crecer más y pueden malignizarse. Por ello, es importante evaluarlos constantemente y ante la presencia de cambios en su aspecto se debe acudir con un especialista para que lo examine y, de ser necesario, realice una biopsia o indique su extirpación.

¿Cuándo un lunar crece, significa que se ha vuelto maligno?

Los lunares pueden aparecer en la infancia y crecer proporcionalmente al desarrollo de la persona y en la adultez. En el caso de la mujer, esto puede deberse a estímulos hormonales como el embarazo. Sin embargo, cualquier cambio en los lunares debe ser evaluado y si aparecen a los 40 años también.

¿Al hacerse una herida en un lunar puede volverse maligno?

Los traumatismos punzocortantes pueden lesionar la piel y por ende a los lunares que se encuentren en ella, alterando su morfología. Por ello, se debe acudir al dermatólogo si esto sucede, para evitar así el riesgo de infecciones o determinar si existen cambios en el lunar no relacionados con la herida.

¿Los lunares con pelos son peligrosos?

Los lunares pilosos pueden ser adquiridos (que aparecen con el tiempo) o congénitos (que están presentes desde el nacimiento); estos últimos suelen ser más grandes. Cuanto más grande es el lunar, mayor es la cantidad de células que posee y la posibilidad de alterarse.

Es importante recordar que el protector solar debe aplicarse diariamente, pues su empleo ayuda a prevenir el daño ocasionado por el sol. Sin embargo, no impide por completo que la radiación penetre en la piel. A mayor exposición, mayor daño. Por ello, además de reaplicar el fotoprotector cada dos horas, se debe evitar la sobreexposición solar (sobre todo entre las 10 de la mañana a 4 de la tarde), buscar sombra y emplear ropa, sombreros y lentes adecuados.

Dr. Carlos Sordo
Dermatólogo de la Clínica Ricardo Palma