“Es fundamental orientar a los padres para que puedan implementar de manera temprana las medidas higiénico–dietéticas que ayuden a prevenir el estreñimiento. El tratamiento de esta afección incluye el uso de laxantes osmóticos como el polietilenglicol (PEG), lactulosa, sales de magnesio, entre otros. Con una buena evaluación y un minucioso examen físico, es posible diagnosticar la afección sin necesidad de realizar pruebas complementarias”, sostiene la Dra. Jessica Alvarez, pediatra de nuestra clínica, quien nos mayor información sobre este tema.

¿Qué es el estreñimiento?

Es el retraso o dificultad en la defecación. La frecuencia y la consistencia de las heces normales varían con la edad de los niños y la dieta, también pueden variar considerablemente de niño a niño.

Si tu hijo esta estreñido algunos de los síntomas que podrás notar son:

• Disminución de la emisión de heces. Menos de tres deposiciones a la semana
• Defecación dolorosa
• Estrías sangrantes en las heces, especialmente cuando hay fisuras
• Al menos un episodio de incontinencia fecal por semana
• Evidenciar en el pequeño ciertas posturas o actitudes para evitar la defecación
• Deposiciones excesivamente voluminosas

Medidas higiénico-dietéticas y recomendaciones para prevenir el estreñimiento:

• Los niños deben ser animados a defecar después de las comidas
• Disponer de tiempo suficiente para ir al baño y poder defecar sin prisa
• Es importante que los niños pequeños puedan apoyar los pies para defecar, si no los apoyan deberán hacer más presión con el suelo de la pelvis y habrá más riesgos de fisuras, prolapsos y fobia a la defecación
• Evitar la ingesta excesiva de lácteos. La cantidad de leche de vaca en la dieta no debe superar los 500-750 ml/día, según la edad
• Mantener una dieta rica en fibra como frutas, verduras, frijoles, cereales y panes integrales
• Ingerir líquidos diariamente y evitar el ayuno prolongado

¿Ante qué síntomas llevar a mi hijo al pediatra?

Si el niño tiene buen apetito, no presenta vómitos ni dolor abdominal, se puede mantener en casa empleando las medidas higiénico-dietéticas indicadas. Si presenta vómitos constantes o biliosos, distensión y dolor abdominal intenso, rechazo al alimento, fiebre o sangrado rectal, será fundamental que sea evaluado por el pediatra.

Recuerda

Ningún tratamiento será efectivo a menos que se logre la evacuación completa. Éste requerirá de mucha paciencia y esfuerzo por parte del niño y los padres. La orientación adecuada para ambos será clave para combatir con éxito esta afección.

Dra. Jessica Alvarez
Pediatra de la Clínica Ricardo Palma