La enfermedad de Lyme es una infección bacteriana que se disemina a través de la picadura de una garrapata, por lo que, si no se diagnostica y se trata de inmediato, esta puede generar múltiples problemas en la salud.

Las enfermedades de transmisión vectorial representan más del 17% de todas las enfermedades infecciosas, por lo que cada año estas provocan más de 700 000 muertes a nivel mundial, las cuales pueden ser causadas por parásitos, bacterias o virus, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Entre este gran grupo se encuentra la enfermedad de Lyme que, si bien tiene una mayor prevalencia en el hemisferio norte, es decir, en países como Estados Unidos, Canadá e incluso en muchas partes de Europa y Asia, en el Perú tal y como se evidencia en un artículo de la revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública, entre 1992 y 1999 se reportaron seis casos de esta enfermedad en nuestro país.

Ciertamente, este padecimiento es casi inexistente a nivel nacional; sin embargo, como expresó Julio Cachay, infectólogo y médico internista de la Clínica Ricardo Palma a Bienestar de El Comercio, se le considera una enfermedad emergente, pues actualmente con la globalización del ser humano, las afecciones que antes estaban circunscritas a ciertas áreas geográficas, ahora con mayor facilidad pueden ser importadas a otras zonas. Por esta razón, es importante estar alertas y conocer los síntomas más característicos que nos dan una orientación inicial y, posteriormente, un diagnóstico diferencial.

¿Qué es la enfermedad de Lyme y cuáles son sus causas principales?

En primer lugar, esta enfermedad es una zoonosis causada por la espiroqueta Borrelia burgdorferi sensu lato, la cual es transmitida por garrapatas que se albergan en especies biológicas, como en ciervos y roedores, y el ser humano se convierte en un huésped accidental. Básicamente, al darse su ciclo biológico en la naturaleza, si una persona ingresa al hábitat del vector, principalmente, zonas rurales y periurbanas, puede sufrir de una picadura de una garrapata infectada y contraer esta enfermedad, explicó el infectólogo.

Por ejemplo, la enfermedad de Lyme es una afección transmitida por vectores más comunes en los EE.UU con aproximadamente 500 000 casos nuevos al año, y como refirió el Johns Hopkins Medicine Lyme Disease Research Center, el alcance geográfico de la epidemia transmitida por garrapatas se está expandiendo a medida que estos vectores se propagan a nuevas regiones.

¿Cuáles son los síntomas más comunes de la enfermedad de Lyme?

Lo característico en esta enfermedad, es una manifestación dérmica llamada eritema migratorio, la cual es una mácula roja en el sitio de la picadura de una garrapata, que va creciendo con el transcurso de los días y puede alcanzar en promedio unos 10 a 15 centímetros de diámetro. Además, Cachay precisó que, en este contexto inicial puede asociarse también a un cuadro febril, dolor de cabeza, muscular y articular, decaimiento y una serie de signos inespecíficos; no obstante, lo que nos lleva a pensar en la infección, son fundamentalmente las lesiones en la piel.

¿Cuáles son las etapas de la enfermedad de Lyme?

Según el médico de la Clínica Ricardo Palma, esta enfermedad está dividida en tres etapas: a la primera se le denomina fase temprana o localizada, en la cual la bacteria aún no se ha propagado por todo el cuerpo, seguido de la etapa de diseminación temprana que se produce por la falta de estudios de diagnóstico específico, pues la bacteria continúa expandiéndose por el cuerpo y puede generar una bacteriemia, por lo que al ingresar al organismo se propaga con mayor rapidez, ocasionando así mayores problemas de salud en quien lo padece. Por último, la fase de diseminación tardía que puede darse hasta un año después de la picadura de la garrapata, en donde se pueden generar cuadros reumatológicos, como artritis, ya que se evidencia un desarrollo en el 60% de los casos en los siguientes meses o incluso hasta dos años después del inicio de la enfermedad.

¿Cómo debe abordarse correctamente la enfermedad de Lyme?

El eritema migratorio se diagnostica clínicamente, puesto que se desarrolla antes de que las pruebas serológicas salgan positivas. En consecuencia, el diagnóstico de la enfermedad de Lyme depende tanto de los resultados de las pruebas como de la presencia de las manifestaciones clínicas. En concreto, los análisis de sangre que se realizan son la prueba básica de Lyme, ELISA (ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas), la cual se emplea para detectar anticuerpos, y si esta da resultado positivo, posteriormente, se debe confirmar con un examen de inmunotransferencia, en este caso la de Western blot, afirmó la Harvard Health Publishing.

Con respecto al tratamiento, el médico internista destacó que, como esta es causada por una bacteria, se suele prescribir por dos o tres semanas de antibióticos, siendo la doxiciclina el fármaco por excelencia para abordar esta enfermedad y en forma alternativa también pueden recetarse otros, como amoxicilina y cefuroxima, los cuales pertenecen a la familia de los betalactámicos.

“En realidad, la recuperación total depende mucho si se ha realizado un diagnóstico en la primera fase, tras observarse el eritema migratorio y se ha empezado a tratar de inmediato con antibióticos por unas semanas, lo cual mejora considerablemente el pronóstico de la persona, ya que se evita que se diseminen las bacterias. En cambio, si se identifica después de un año o más, desde luego, la enfermedad va evolucionar y seguirá comprometiendo tejidos diversos, motivo por el cual, el tratamiento puede durar más tiempo, inclusive hasta dos ciclos cada uno de cuatro semanas, pero el pronóstico de recuperación es significativamente menor. De hecho, hay personas que ingresan a un estado post Lyme, en donde la persona sigue presentando síntomas, y aún no está bien determinado si va es un síndrome asténico, una convalecencia o si es por persistencia de la infección”.

¿Cuáles son los métodos de prevención recomendados para evitar la enfermedad de Lyme?

Aunque en el Perú no sea una enfermedad que prime entre nuestra población, es importante conocer las medidas de prevención, pues suelen ser muy similares a cualquier otra exposición a vectores, tales como el caso del dengue. Por consiguiente, el infectólogo recomendó, procurar evitar el contacto con las zonas infestadas de garrapatas, como la tierra, los escombros de hojas y la vegetación; no obstante, si se trabaja en el jardín o uno está al aire libre, es importante llevar ropa de colores suaves para poder visualizar con mayor facilidad a las garrapatas, así como usar pantalones largos, camisa de manga larga y zapatos cerrados. Igualmente, puede considerarse el uso de repelente para insectos y en caso tras revisar la ropa y el cuerpo, se detecta una garrapata, es importante retirarla inmediatamente.

Dr. Julio Cachay
Médico internista e infectólogo de la Clínica Ricardo Palma

Fuente: elcomercio.pe