Es normal que algunos niños sientan dolores o incomodidades en los brazos y piernas cuando crecen. Por lo general, esto ocurre cuando tienen entre 2 y 10 años. El dolor no es de huesos, sino muscular y es más frecuente al terminar el día y durante el invierno

Este dolor no es algo permanente ni muy intenso, es decir, el movimiento o la realización de los quehaceres diarios del infante. Son molestias que pasan solas, sin embargo, se puede poner calor local en la zona afectada para generar alivio. Las compresas, las cremas humectantes, los masajes o estiramientos en el área comprometida son muy efectivas. Los padres deben tener claro que este malestar no es una enfermedad, pero deben llevar a su hijo al pediatra si se muestra decaído, restringe sus actividades cotidianas, presenta articulaciones inflamadas, si tiene fiebre o enrojecimiento. La mayoría de dolores pasará sin mayores complicaciones

Dr. Gonzalo Meiggs
Pediatra de la Clínica Ricardo Palma