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17 de abril del 2023
La calidad del sueño es una de las claves fundamentales para mantener una buena salud física y mental, ya que durante este periodo nuestro cuerpo se recupera y se prepara para afrontar las exigencias del día siguiente.
Actualmente, llevamos un ritmo de vida bastante acelerado, en donde los días cada vez nos resultan más cortos por lo que requerimos de horas adicionales para cumplir con todas exigencias de una sociedad dominada por la cultura de la inmediatez. Por esta razón, nuestra salud ha pasado a un segundo plano, pues ciertas funciones biológicas, como el sueño han quedado en el olvido, ya que la falta de tiempo muchas veces resulta ser la excusa perfecta para colocar a esta necesidad primaria en el último lugar de nuestra lista de prioridades diarias.
En definitiva, no somos conscientes de su importancia, puesto que el sueño es parte fundamental en la ecuación de una vida saludable, dado que con tan solo una noche de haber dormido mal, nuestra salud física y mental se ve muy perjudicada. Según estima la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 40% de la población mundial padece de algún tipo de trastorno de sueño.
Ante dicho panorama, la Asociación Mundial de Medicina del Sueño decretó el tercer viernes de marzo como el Día Mundial del Sueño, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la importancia de alcanzar una buena calidad del sueño, además, de evidenciar los síntomas de la falta del sueño y como estas ocasionan problemas de salud.
¿Por qué es tan importante el sueño?
Como expresó Frank Villarreal, neurólogo y coordinador de la Unidad de Medicina del Sueño de la Clínica Ricardo Palma a Bienestar de El Comercio, el sueño es un estado fisiológico, una conducta y una necesidad a la vez, el cual se produce durante el estado de conciencia como producto de la vigilia de todo el día. Igualmente, sirve para regenerar, recomponer, moldear y recuperar algunos sistemas biológicos que han trabajado durante el día.
En efecto, desempeña un papel fundamental en el desarrollo de algunas funciones cognitivas, pues durante el sueño en el sistema nervioso central se consolidan los conocimientos adquiridos previamente. También tiene un impacto importante en los estados de ánimo, dado que ayuda a mantener una mejor regulación y tolerancia al estrés y a los estímulos externos, recalcó el especialista.
Igualmente, se encarga de la regulación del metabolismo, ya que nuestra tasa metabólica baja, es decir, tenemos menos gasto energético y predominan los sistemas de reparación, lo que conlleva a una disminución de la inflamación. Además, durante este estado hay una producción hormonal que permite la redistribución de la grasa corporal. De igual forma, es clave para evitar un posible evento cardiovascular, ya que durante la noche la presión, la frecuencia y el gasto cardiaco tienden a bajar, por lo que un sueño de calidad reduce notablemente el riesgo.
¿Cómo afecta el sueño a nuestra salud mental?
Sin duda, existe una relación significativa entre ambos, ya que, a mejor sueño, mejor salud mental y viceversa. Villarreal afirmó que dentro de los modelos que explican la calidad de sueño y problemas, como el insomnio, siempre se toma en cuenta los síntomas psicológicos, los cuales están bidireccionalmente unidos, en otras palabras, por un estado depresivo o un síndrome de ansiedad se pueden desarrollar problemas del sueño como también al revés, pues ambos factores coexisten entre sí.
¿Existe una hora ideal para dormir?
En general, el sueño debe ser nocturno y la hora depende mucho del cronotipo, el cual es la predisposición natural que cada persona tiene de poder experimentar momentos de descanso, pues como señaló el neurólogo, el cronotipo habitual duerme entre las 9 y 11 de la noche y se levantan entre las 5 y 7 de la mañana. Por lo que se estima que, el 95% de la población mundial suele dormir entre 7 y 9 horas.
Sin embargo, el tiempo puede variar según la edad, dado que los adultos mayores suelen descansar de 6 a 7 horas en promedio, mientras que, en niños en etapa escolar y adolescentes, pueden dormir más o menos entre 9 a 12 horas.
Un sueño de calidad
Las principales enfermedades son el insomnio y la apnea del sueño; no obstante, aunque no es una afección, pero sí un problema bastante frecuente, es el sueño insuficiente, ya que las personas manifiestan tener poco tiempo para dormir. Por este motivo, Villarreal destacó la importancia de establecer horarios, es decir, procurar que nuestra rutina nos permita reservar un espacio para el sueño.
“Debemos comprender que el sueño no es un estado de apagar la conciencia, sino más bien es un proceso de transición. Es por ello que, si no tenemos una vida ordenada, en la noche tampoco vamos a tener un orden, es decir, si durante el día adoptamos hábitos poco saludables, como una mala alimentación, sedentarismo, tabaquismo, alcoholismo, ingesta excesiva de cafeína, entre otros, todo ello va a impactar en el descanso nocturno”, refirió el especialista en medicina del dormir.
Por otro lado, es fundamental tener un simbolismo de la habitación, especialmente, de la cama, pues este debe mantener un vínculo exclusivo con el sueño. Por esta razón, recomendó que solamente se realicen actividades propias del sueño y maritales en la cama, dejando de lado aquellas costumbres, tales como trabajar, ver películas y socializar a través del celular.
«Si durante el día adoptamos hábitos poco saludables, como una mala alimentación, sedentarismo, tabaquismo, alcoholismo, ingesta excesiva de cafeína, entre otros, todo ello va a impactar en el descanso nocturno»
Adicionalmente, es clave la desconexión, ya que otro de los problemas que repercuten en la calidad del sueño es el uso de los dispositivos tecnológicos minutos antes de dormir. Es evidente que, la exposición continua a la luz retrasa el inicio del sueño y también h ace que se fraccione más rápidamente, por ello es recomendable dejar a un lado los aparatos audiovisuales como mínimo una hora antes de ir a la cama.
Finalmente, el experto indicó que es importante cuidar los factores externos, como el mantener un ambiente cómodo y tranquilo, con una temperatura adecuada, que sea oscuro y que no cuente con demasiados aparatos eléctricos y dispositivos que produzcan luz dentro del cuarto.
No cabe duda que, si tomamos en cuenta estas recomendaciones, lograremos una mejor calidad del sueño que nos permita despertar renovados y gozar de bienestar.
Dr. Frank Villareal
Neurólogo y coordinador de la Unidad de Medicina del Sueño de la Clínica Ricardo Palma