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22 de noviembre del 2023
Se utiliza el término “depresión sonriente” para describir a personas que aparentan ser felices frente a los demás, pero en realidad están lidiando con una fuerte depresión. La situación es sumamente engañosa, ya que el individuo oculta sus sentimientos tras una fachada de alegría que solo es una actuación para encubrir la verdad, según explica la Lic. Alexandra Sabal, psicóloga de nuestra clínica, quien nos brinda mayor información respecto a este tema.
¿Cómo se manifiesta la depresión sonriente?
Los síntomas de la depresión sonriente varían de una persona a otra. Se caracteriza por sonrisas falsas, aislamiento social, pérdida o aumento de apetito, fatiga permanente, insomnio, sueño excesivo, sentimientos de tristeza, culpa, ansiedad, emociones negativas, falta de interés en actividades que antes consideraba placenteras, bajo rendimiento académico o laboral, pensamientos o comentarios sobre la muerte.
¿Por qué se produce la depresión sonriente?
Este comportamiento puede producirse por diversos motivos. Por ejemplo, no querer preocupar a la familia, miedo a ser juzgado, temor a alejar a la pareja, pánico a perder el trabajo, etc. A diferencia de otros tipos de depresión, ésta es muy peligrosa porque no solo resulta difícil de detectar, la mayoría de las veces la persona no recibe tratamiento en forma oportuna, se aísla y autoengaña mientras su condición va empeorando y hasta pueden invadirle pensamientos y comportamientos suicidas.
Tratamiento
Algunas estrategias comunes son: Terapia cognitivo conductual, para explorar y comprender los pensamientos y sentimientos del paciente, a fin de desarrollar estrategias para manejar sus emociones de manera saludable; medicamentos, apoyo de amigos y familiares, educación para aprender qué es la depresión, reconocer sus síntomas y cómo afecta al cuerpo y la mente. Además, el establecimiento de metas realistas para que la persona recupere el sentido de control sobre su vida, hábitos de autocuidado y monitoreo continuo de un profesional de la salud mental.
Recuerda:
Lic. Alexandra Sabal
Psicóloga de la Clínica Ricardo Palma