Uno de los momentos más esperados para los padres, sobre todo para los primerizos, es la primera vez que bañarán a su bebé, pues es un momento único de conexión para ambos. Sin embargo, es natural que esta experiencia venga acompañada de muchas preguntas respecto a cómo realizar este primer baño. El Dr. Erick Olivera, pediatra de nuestra clínica, nos menciona algunos pasos que hay que considerar para hacer de este momento una grata e inolvidable experiencia.
- Asegúrate de tener a la mano todo lo que necesitarás antes de iniciar el baño. Por ejemplo, un shampoo y jabón especiales para recién nacidos, una jarra o recipiente con agua tibia, una toalla y esponja suaves.
- Comprueba la temperatura del agua. Esta no debe estar ni caliente ni fría. La temperatura correcta deberá ser tibia o ambiente.
- Sostén al bebé de manera segura y cómoda. Sosteniendo a tu bebé con un brazo, mientras con la otra mano lavarás suavemente su cabello.
- Moja suavemente el cabello de tu bebé con agua tibia. Con la ayuda de una jarra o recipiente, cerciorándote que el agua no entre a sus ojos o nariz.
- Aplica una pequeña cantidad de shampoo en la palma de tu mano y frota ambas manos. Luego, masajea suavemente la espuma sobre el cuero cabelludo del bebé con movimientos delicados.
- Enjuaga cuidadosamente. Usando la jarra o recipiente con agua tibia.
- Presta atención a los ojos de tu bebé. Asegúrate de que el shampoo no se derrame directamente en su rostro.
- Envuelve al bebé con una toalla suave y seca su cabello con palmaditas suaves. Realizar el secado de la piel de bebé con cuidado y delicadeza, no frotar vigorosamente.
- Durante el proceso del baño, habla con tu bebé para que se sienta seguro y protegido. La experiencia puede ser mejor si le acercamos algún juguete durante y después del baño, o si colocamos música relajante.
- Establece una rutina adecuada a cada bebé. Puedes terminar, por ejemplo, colocándole alguna crema antiescaldaduras.
Recuerda:
- En caso le entrara shampoo a los ojos, lávalos con abundante agua tibia y limpia, evitando frotar fuertemente los ojos, para evitar irritaciones o causar lesiones.
- Usa un shampoo especial para bebés, que no irrite los ojos. Los shampoos etiquetados como “sin lágrimas” suelen ser una buena opción y, además, están libres de sulfatos y parabenos.
- Elige productos suaves y de alta calidad para cuidar la delicada piel de tu bebé.
Dr. Erick Olivera
Pediatra de la Clínica Ricardo Palma