“El golpe de calor se produce cuando la temperatura corporal alcanza los 40°C. Los niños, adultos mayores y las personas con enfermedades crónicas y que trabajan a la intemperie son los más vulnerables a sufrir descompensaciones por las altas temperaturas. Muchas personas salen a correr al mediodía porque piensan que van a perder más peso, pero lo único que consiguen es sufrir una severa deshidratación”, señala el Dr. Julio Cachay, médico internista e infectólogo de nuestra clínica, quien nos explica cómo podemos evitar estos cuadros.

¿Cómo se produce un golpe de calor?

El calor excesivo es un peligro para la salud. Por ello, es fundamental evitar los golpes de calor, que se producen cuando la temperatura corporal aumenta rápidamente y éste no tiene la capacidad de enfriarse por sí mismo.

¿Cuáles son sus síntomas?

El golpe de calor tiene distintas fases, siendo sus principales síntomas: sensación de calor sofocante, sed intensa y sequedad en la boca, náuseas o vómitos, calambres musculares, agotamiento, cansancio, piel roja caliente y seca, dolor palpitante de cabeza, mareos, delirios, pérdida de conocimiento, convulsiones, alteración de la conciencia y pérdida de conocimiento.

¿Cómo podemos prevenirlo?

• Es importante permanecer en lugares ventilados y frescos, mantenernos hidratados con agua segura, bañarse y/o mojarse el cuerpo con frecuencia, abrir las puertas y ventanas y vestirse con ropa holgada y de algodón.
• En caso de salir a la calle, colocarse sombrero que cubra el cuello y orejas, usar abanico, no exponerse al sol en forma directa, buscar la sombra al caminar, no permanecer dentro de un vehículo estacionado y cerrado y evitar esfuerzos físicos o actividades deportivas exigentes al aire libre desde las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde.

Recomendaciones en caso de sufrir un golpe de calor:

• Colocar a la persona afectada en un lugar fresco, ventilado y bajo la sombra en posición semisentada con la cabeza levantada para que pueda respirar, aflojarle la ropa para que se sienta más cómoda, reducir la temperatura corporal (con ayuda de un abanico o ventilador) y, si es posible, aplicar compresas frías en la cabeza, cuello, axilas e ingle, darle líquidos, pero lentamente con pequeños sorbos para no empeorar el cuadro. Llevarla al centro médico más cercano, a fin de que pueda recibir atención médica inmediata.
• Ante un golpe de calor no se debe friccionar la piel con alcohol ni administrar medicamentos antifebriles.

Recuerda:

Si presentas los síntomas asociados al golpe de calor, busca asistencia médica. No esperes a que el cuadro empeore; puedes poner en serio riesgo tu salud.

Dr. Julio Cachay
Médico internista e infectólogo de Clínica Ricardo Palma