En el último año, debido a la situación actual en la que vivimos, la salud mental de las personas se ha visto afectada radicalmente, comprometiendo muchas veces nuestra rutina habitual. Antonella Galli, psicóloga de la Clínica Ricardo Palma, indica que ante la coyuntura, es normal que las personas presenten altos niveles de estrés y ansiedad. Por ello, es importante identificarlos

El estrés

Es la respuesta biológica y de comportamiento ante una amenaza real o percibida hacia la integridad física o psicológica de una persona. Existen dos tipos de estrés: el eutrés y el distrés

• El eutrés o estrés positivo: Es la respuesta mental y física que se adapta a las demandas del ambiente. Éste ayuda a enfrentar situaciones que pueden ser peligrosas o desafiantes, permitiendo resolverlas de forma victoriosa, ayudando a realzar la confianza y seguridad. Se relaciona con actividades como ingresar a un nuevo trabajo, tener un examen importante, aprender una nueva actividad, etc.
• El distrés o estrés negativo: Es cuando la mente y el cuerpo se sobrecargan, siendo incapaces de lidiar con la situación. Genera el aumento del cortisol, que se asocia con enfermedades físicas y mentales, como:
  • Aumento de la presión arterial
  • Incremento del azúcar en la sangre
  • Acumulación de grasa a pesar de cuidar la alimentación
  • Infertilidad en hombres y mujeres
  • Problemas gastrointestinales como dolores, constipación intestinal o colon irritable
  • Trastornos de ansiedad y depresión

La ansiedad

Es una reacción al estrés. Se produce ante la presencia de sentimientos de preocupación, miedo, temor o inquietud, que suelen ser excesivos y continuos ante situaciones cotidianas. Existen dos formas de manifestar la ansiedad:

• La primera es con la compresión del nervio vago, lo que la especialista denomina como “efecto tortuga”, pues ante un efecto amenazante, la persona se retrae y se esconde. Para descomprimir el nervio vago se debe de realizar el tipo de respiración abdominal
• La segunda es con la activación del sistema nervioso central. La persona siente una alta movilización de energía reflejada en una respiración agitada, fuertes latidos del corazón, sudoración excesiva, entre otros. Si se tiene estos síntomas se aconseja realizar varios ejercicios de respiración abdominal, cinco veces al día cada dos horas. Además, se recomienda:
  • Realizar actividades deportivas que disminuyan el nivel de estrés
  • Organizar los pendientes para sobrellevar el día de manera ordenada
  • Reducir la cantidad de responsabilidades
  • Conversar con familiares o amigos que te ayuden a reducir la carga de estrés

Recuerda que es importante tener una mente abierta y flexible a los cambios para mantener un buen equilibrio en tu salud mental

Antonella Galli
Psicóloga de la Clínica Ricardo Palma