Durante la pandemia, hemos estado expuestos a estrés crónico, pérdida de familiares y/o amigos, crisis económica, entre otras situaciones que han generado el incremento de los casos de depresión moderada a grave, siendo un serio problema de salud pública. Lamentablemente, este trastorno al no ser tratado adecuadamente, suele acompañarse por pensamientos negativos como desaparecer o atentar contra su propia vida. Por ello, es importante no dejar pasar ninguna señal de alerta y realizar intervenciones oportunas. Antonella Galli, psicóloga de nuestra institución, nos brinda mayor información sobre este tema

Señales de alerta

Las señales que nos pueden alertar son:

• Cambios de actitud. Las personas afectadas no suelen ser los mismos de antes
• Falta de sueño
• Irritabilidad
• Muy poca disposición o energía para hacer las cosas en casa o para asistir a clases, entre otros

Puede que estos síntomas alerten una depresión, por ello se debe tratar de manera oportuna para evitar que se intensifiquen y aparezcan pensamientos suicidas

Por otro lado, si la persona tiene TLP (Trastorno Límite de la Personalidad), y a pesar de encontrarse en tratamiento, manifiesta de un momento a otro sentirse bien, se muestra muy cariñoso, tranquilo y quiere dejar los tratamientos; puede ser una alerta de que esta persona está pensando en atentar contra su vida. Es importante también, ver qué postea en sus redes sociales, pues éstas podrían ayudar a identificar la existencia de algún problema

Factores de riesgo

El factor de riesgo principal que conlleva a un comportamiento suicida es el acto de haberlo intentado antes y no concretarlo. Por otro lado, entre otros factores están:

• La depresión
• El poco control de impulsos
• El abuso de sustancias
• El Trastorno de Personalidad Limítrofe (sin tratamiento)

¿Cómo podemos prevenir un comportamiento suicida?

Se puede prevenir ayudando a la persona afectada con un adecuado tratamiento psiquiátrico y psicológico, además del apoyo familiar que es fundamental en el proceso

En el caso de TLP (Personalidad Borderline), se recomienda la Terapia Dialéctica Conductual (TDC), así como el apoyo de un psiquiatra para la ayuda de la regulación fisiológica emocional

Antonella Galli
Psicóloga de la Clínica Ricardo Palma