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11 de septiembre del 2024
“El colecho es una práctica en la que el bebé duerme cerca de uno o ambos padres. El colecho puede realizarse de diferentes formas: en la misma cama o usando una cuna especial adosada a la cama de los padres. Esta última opción permite que el bebé esté cerca de los padres pero en su propio espacio, además de facilitar el vínculo madre-bebé y la lactancia materna”, refiere el Dr. Erick Olivera, pediatra de nuestra clínica, quien nos brinda valiosa información acerca de este tema tan importante para los padres.
¿Cuáles son los beneficios del colecho?
El colecho facilita la lactancia nocturna, ya que la madre puede amamantar al bebé sin levantarse de la cama. Esto mejora la calidad del sueño tanto del bebé como de los padres. También, el contacto cercano ayuda a regular los ciclos de sueño del bebé, lo que reduce los despertares nocturnos. Además, esta práctica permite una vigilancia constante y una respuesta rápida a las necesidades del bebé durante la noche.
¿Hasta qué edad se recomienda el colecho?
El colecho puede practicarse durante los primeros 12 meses de vida del bebé. Sin embargo, no se sugiere continuar con el colecho más allá de los 3 años, ya que podría generar una dependencia excesiva del niño hacia sus padres. A partir del año de edad, es importante fomentar la independencia del bebé para que comience a dormir en su propio espacio.
¿Cómo realizar la transición del colecho a que el bebé duerma solo?
Se sugiere que la transición sea gradual. Se puede comenzar con las siestas en la cama del bebé y luego aumentar el tiempo que pasa en su habitación. Es importante que los padres acompañen este proceso con paciencia, ya que algunos niños necesitan más tiempo para adaptarse a dormir solos.
Recuerda:
Los riesgos que pueden asociarse al colecho, como la asfixia accidental o el síndrome de muerte súbita del lactante, son bajos si se toman las medidas de seguridad adecuadas. Para que el colecho sea seguro, es esencial que el bebé duerma boca arriba en una superficie firme y sin objetos que puedan representar un peligro de asfixia.
Dr. Erick Olivera
Pediatra de la Clínica Ricardo Palma